Manos a la Tierra

07 diciembre 2005

Dónde se fue el agua?

El acceso al agua no es un privilegio... es un derecho

... afirma categóricamente la campaña de recogida de firmas en pro de la ratificación del Convenio-Marco del Agua, apoyada por Green Cross International.

Actualmente, más de 1.200 millones de personas, sobre una sexta parte de la población mundial, no tienen acceso al agua potable. Agua de bebida, agua de aseo personal, agua de limpieza de alimentos, ropa y utensilios, agua de riego...

Alrededor de 2.400 millones de personas sufren la falta de servicios sanitarios básicos.

Establezcamos ahora una relación...

La sed mata. El agua contaminada mata.

Casi 5.800 niños mueren CADA DÍA de enfermedades asociadas a la ausencia de agua para beber, de una sanidad básica, y de una mala higiene por la falta de agua... Alrededor de un millón de adultos, mayoritariamente mujeres, mueren al año por las mismas causas. Qué curioso, la mayoría de estas muertes se producen en países en vías de desarrollo...

Lo cierto es que es duro imaginarse esas cifras. Te deja una sensación rara, ¿verdad?
Ufff... 5.800... niños... al día... por el agua... Hay que interiorizar esto. No son números simplemente. Reflejan vidas como la nuestra y las de nuestros hijos. Vidas con los mismos derechos como seres humanos que nosotros.

Derecho a la vida.

¿Y cómo puede existir una vida sin agua? ¿Cómo, cuando todo ser vivo está compuesto mayoritariamente de ella? El agua nutre, el agua limpia, el agua desinfecta, el agua regenera...

Y allí están. A duras penas la vida sobrevive, cuando no muere. Todo por ese líquido azul, ese preciado elemento.

Acostumbrados a una catástrofe tras otra, a oír de guerras, a oír de hambres, a oír de sufrimientos, que acostumbrados estamos a la indiferencia, a marcar distancias.

Total, todo eso queda muy lejos. Total, lo que yo haga no servirá de nada... ¿o sí?

Yo creo que sí. Que hay soluciones a los problemas. Que todos podemos hacer algo, aunque nos parezca nimio; que ya se están haciendo muchas cosas. El simple hecho de actuar ya es un gran avance.

Podemos ahorrar agua en casa, en nuestra ciudad, en nuestro país. Diversas acciones a llevar a cabo a nivel individual y colectivo que son de fácil aplicación por lo general.

Pero en estos momentos os propongo algo más sencillo aún: añadamos cada uno al menos una firma para que exista un Convenio Marco sobre el Derecho al Agua.

Y si pensáis que vale la pena, no cuesta nada comentarlo. Seguro que más gente lo firmaría si lo conociera, ¿no creéis?


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